En décadas recientes, el desarrollo de las llamadas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) ha permeado a todos los sectores de la sociedad, propiciando diferencias marcadas entre países, generaciones, géneros, niveles socioeconómicos, etc.
Por tanto en México como en muchos otros países la innovación tecnológica en materia educativa ha cobrado relevancia en los últimos años.
Desde 1921 con el establecimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP) el gobierno ha mostrado un interés por cubrir las necesidades educativas del país. La creación del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE) en 1954, el establecimiento del Sistema de Universidad Abierta por parte de la UNAM en 1972 y en 1974 por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), son tan solo los primeros pasos de la política educativa en México.
A comienzos del siglo, en el año 2000, se formaliza el programa e-México para integrar las TIC en todos los niveles educativos (www.e-México, 2005), y tan solo tres años después, se inicia el programa “Enciclomedia” para equipar con TIC las aulas de quinto y sexto año de educación primaria (www.Enciclomedia), así se incorporaron 22.000 equipos informáticos y pizarras digitales en 11.000 escuelas.
Sin embargo, en la realidad, muchas escuelas no cuentan con este sistema y si lo tienen, los maestros no están capacitados y por ende no emplean la didáctica apropiada para desarrollar este tipo de programas. Por ello a nivel institucional falta la coordinación y compromiso de un ente gubernamental, que se encargue específicamente de medir y articular propuestas para que todas las instancias oficiales y no oficiales que emita datos en este sentido, utilizando los mismos criterios y parámetros para que no haya, disparidad en los datos como ocurre actualmente.
No obstante, los estudios reflejan otra cara, pues de acuerdo con “Diagnósticos sobre disponibilidad, apropiación y hábitos de uso de las TIC en México” por parte del INEGI y la AMIPCI (Asociación Mexicana de Internet); ha ocurrido un importante crecimiento en el uso de la computadora, el internet y las redes sociales en gran parte de la población. Sin embargo un dato duro es que la escuela no destaca como un sitio privilegiado para su uso. Así, las políticas educativas para que el empleo de las TIC tenga miras educativas, se vienen abajo.
“Para muestra un botón” pues de acuerdo con los resultados de la Evaluación Diagnóstica sobre tenencia, usos y funciones de las TIC en estudiantes del 5° semestre de la Licenciatura en Pedagogía de la FES Acatlán UNAM. Periodo 2013-I, el 85% de los estudiantes usan la computadora en su casa, contra un 9% que lo hace en la escuela. En cuanto a los problemas en los hogares podemos señalar que el costo es un gran obstáculo, tanto en computadoras como en servicios de internet, pues representan una inversión sumamente elevada aun en las ciudades y se agrava en las zonas rurales.
Otro dato relevante que refleja esta encuesta es que el 100% cuenta con alguna red social (Facebook, Twitter, Hi5, MySpace) así, no es extraño que la función más importante que le atribuyen al uso del internet es comunicarse con los amigos y responder correos con un 44 y 23% respectivamente, y con tan solo 33% integrarse a una comunidad de aprendizaje virtual. Por ello, considero que no es suficiente contar con la infraestructura, ya que se necesita conocerla y utilizarla adecuadamente, pues en algunos casos sólo se utilizan las computadoras como procesadores de texto o máquina mecánica.
Es necesario darle un uso académico que incremente el conocimiento y el intercambio de información no solo en los estudiantes de licenciatura, sino también de nivel básico y medio y medio superior en todo el país.
Referencias